Soy

Por Ruth Ross

Soy lo que soy. Soy la suma de lo que he sido en esta y en cada una de mis vidas, de lo que estoy siendo y de lo que seré en el futuro.

Día a día amanezco a un nuevo renacer, a una nueva posibilidad de comenzar de nuevo, de resurgir, de aprender, de crecer.

Soy mucho más de lo que se ve o de lo que quieran ver. Mucho más de lo que mis emociones humanas, mi personalidad o mi ego de tercera dimensión algunas veces puedan intentar expresar.

Soy una sabiduría plena, intrínseca. Soy la luz que ilumina irradiando todo mi ser y se expande a través de mí, hablando por mí desde la plenitud más grande que pueda existir.

Soy mi propio comienzo y mi propio fin y cada uno de los círculos que he encontrado a lo largo de mi vivir.

Soy un ser de luz aprendiendo día a día a vibrar en quinta dimensión y no es una tarea fácil de llevar a cabo cuando uno continuamente interactúa en un mundo de tercera dimensión.

Soy quien desde hace mucho tiempo decidió apostar por sus sueños y la fe hacia la guía Divina, entregándome por completo hacia la manifestación de la Voluntad Divina.

Soy yo misma compartiendo el éxtasis y la gloria de estar en permanente unión con los Seres de la Luz, quienes desde hace tanto tiempo surgen junto a mí y a través de mí.

Soy el águila que aprende poco a poco a mirar todo desde arriba intentando que nada de lo que la tercera dimensión nos quiere hacer creer me afecte.

Soy la alegría y el éxtasis de estar viva y de disfrutar de las pequeñas cosas. De avizorar tanto sea la salida del sol como  el crepúsculo, los árboles, las plantas, las montañas, ríos, los mares, los animales, los arco iris y la humanidad toda, observando todo con la mirada de una niña curiosa y sorprendida por encontrar cada día la pintura con la que la Madre Naturaleza decide regalarnos la magnificencia de su obra.

Soy una niña pequeña también al escuchar la música de los pájaros, las cigarras o los grillos, los cuales considero uno de los mayores premios que puede recibir el corazón de un ser humano simple, capaz de captar la sola esencia de las cosas.

Soy feliz dejando a la Ruthita que fui, salir a jugar y entonces: bailo, canto, dibujo, pinto, me río, salto y participo sin que en nada me importe la opinión de los demás.

Soy el brillo de mis ojos verde dorados, los cuales reflejan mi verdadero ser y han venido mirando y reflejando en mí y conmigo en cada una de mis encarnaciones.

Soy el perdón para mí misma, por todos los errores cometidos, por todo el daño que pude haberme infringido y también soy el perdón hacia cualquiera que pudo haberme dañado. Reconozco que todo dolor sirvió para que hoy sea quien soy y que cada una de las piedras que ha tenido mi camino, han sido los pasos necesarios que mi ser marcó para crecer en este camino evolutivo hacia la luz.

Soy el amor divino e incondicional hacia mí y hacia cada ser vivo y en esta vida, y en todos, reconozco a mis hermanos.

Soy hija, esposa, madre, hermana, amiga, compañera y vecina.

Soy un ser en constante evolución, con sus constantes aprendizajes, quien a veces se enoja consigo misma y otras con los demás o con el Universo, para luego volver a mi luz interior y comprender el para qué fueron las cosas y continuar desde ese lugar mi camino.

Soy la que está cuando tengo que hacerlo o lo siento, pero también soy la que se retira cuando así lo siente, le guste a quien le guste y no me importa lo que digan, blasfemen o critiquen. Mi energía es mía, solo yo sé lo que trabajo con ella, lo que vibro con ella y a donde llevarla.

Soy la felicidad de cada encuentro conmigo misma, de cada viaje meditativo, de cada encuentro o reencuentro con los seres de luz.

Soy la plenitud de simplemente saber quién soy.

Soy como el salmón que nada siempre en contra de la corriente.  Soy la constante ELECCIÓN, de llevar mi vida hacia un mundo de FELICIDAD, AMOR, PAZ, SALUD, ARMONÍA Y BIENESTAR   ¡Namaste!