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NOTAS DE LUZ: Blog2

Las puertas mágicas

  • Ruth Ross
  • 3 jul 2019
  • 3 Min. de lectura

Por Ruth Ross


El juego que es la vida, desde el mismo momento en que el fichero comienza a señalar el inicio de la partida en la existencia de cada ser, nos va presentando innumerable cantidad de puertas, portales, puertecitas, puertitas, de la más variada forma, modelo y colores, para ser abiertas y recorrer los distintos senderos que podríamos transitar para continuar, modificar , avanzar o simplemente concluir, con cualquier situación que a lo largo del juego nos toque vivir.

Las puertas esperan relucientes a ser abiertas, mostrándonos caminos nuevos, caminos inciertos, desconocidos, pero… prometedores.

Más en este juego la gran mayoría de los participantes, niegan los carteles de neón que brillan indicándonos los nuevos rumbos, los nuevos senderos, las nuevas formas de crecimiento, y, por más que las luces multicolores llamen la atención… los participantes del juego simplemente las ignoran, entendiendo que quizás al abrir esas puertas que los conducirían a lo desconocido podrían encontrar algo feo, oscuro, o más terrible aún, que lo que hasta ahora les ha tocado vivir.

Eso se llama ignorancia, miedo a lo desconocido…

Entonces, las personas ignoran el avance en el tablero de la vida y una y otra vez ingresan a las mismas puertas, a aquellas que tortuosamente les muestran el pasado. Una y otra vez vuelven a épocas que han quedado atrás, felices o infelices, pero tiempos pasados en realidad.  Y al volver siempre al mismo lugar, el sentimiento que recogen es siempre el mismo: se estancan, viven añorando lo que se fue, comienzan a girar como el perro queriendo alcanzar su propia cola.

Mientras ellos giran buscando regresar siempre a un tiempo pasado al cual es imposible volver, el reloj biológico y el reloj universal simplemente avanzan y las puertas especiales van permaneciendo cerradas bajo siete llaves en las vidas mundanas,desperdiciando así  un montón de posibilidades de evolución y crecimiento de los individuos.

Cuando el tiempo de juego se termina, y los jugadores terminan la partida, dejan su cuerpo físico y su ser espiritual fluye hacia la evolución, donde se le permite mirar como ha jugado su juego. Entonces, desde allí, y desde otra perspectiva, comienzan a observar quienes fueron, y en que lugar o momento se quedaron detenidos en el tiempo con miedo a seguir avanzando y comenzaron a golpear con pies y cabeza siempre hacia la misma puerta, ignorando aquellas que los ángeles se empeñaban en mostrarles, aquellas que brillaban a su paso mostrándoles mejores caminos. Entonces, los jugadores pueden ver que pudieron haber elegido un amor incondicional, haber formado una familia o haber aprendido a soltar, a desapegarse de todo y de todos; también se dan cuenta de que pudieron haber expandido su consciencia, haber tenido fe, perdido el miedo, haber perdonado, y hasta haber logrado vivir en unidad con la Fuente divina.  Entonces, los jugadores, te decía… toman plena consciencia de lo que pudo haber sido, de todo lo que les faltó aprender. Se dan cuenta , y es el momento en el que piden a la Luz Divina una nueva oportunidad para volver a iniciar la partida, tratando esta vez de poder estar más atentos a las llamadas y a las indicaciones que la luz les hace para encontrar el camino feliz hacia la evolución.

A  vos que estás aún viviendo en el gran tablero de la vida, jugando esta gran e interesante partida.

A vos que a veces te negás a avanzar, que queres volver siempre al mismo momento de tu vida, o al mismo lugar, o a las mismas personas…

A vos te digo, respirá profundo, trata de relajar tu mente, tus pensamientos, tus emociones…

Fluí y así, viviendo el momento presente, tomando plena consciencia del hoy , podrás ver cual es la próxima puerta que te conducirá al futuro prometedor y feliz que te está esperando.

No desaproveches la partida.

¡ ESTA ES TU OPORTUNIDAD DE JUGAR !.

¡NAMASTE!!!





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